Tendría que haber titulado “El secreto mejor guardado de la Puna jujeña”. El camino va por el lecho del río. Al costado, bosquecitos de queñoas. Más arriba, cardones. Luego la vegetación desaparece y las rocas de colores toman todo el protagonismo (cuando me haga un rato haré un muestrario de colores).
Fui muchas veces a los Valles Calchaquíes y siempre vuelvo por la cuesta del Obispo y la quebrada de Escoipe. Hice varias pruebas de música apropiada para acompañar. La que mejor le va es Los pescadores de perlas, de Bizet.
Algún día quizá tenga suerte y no llueva cuando vaya a Las Pailas, más allá de Cachi adentro, al pie de los nevados. Estos días estamos desyuyando las plantitas de poroto. A mano, para no lastimar a las chauchitas, me dijo el chico que me llevó.
El río Potrero es un afluente del Calchaquí. Desemboca unos kilómetros al norte de Payogasta. A orillas del río hay campos de cultivo, sobre todo de poroto.Aquí el río muy cerca de la desembocadura. Cuando llueve está varios días con agua. La mancha verde del centro de la foto, con álamos y sauces, es Punta…
El padre de todas las siembras corre aquí en Payogasta al pie de unas sierras que tienen forma de barda. Desde la ruta al río hay una o dos “manzanas” con casas o con campos de cultivo, luego viene una zona pantanosa y finalmente el curso principal.