Tendría que haber titulado “El secreto mejor guardado de la Puna jujeña”. El camino va por el lecho del río. Al costado, bosquecitos de queñoas. Más arriba, cardones. Luego la vegetación desaparece y las rocas de colores toman todo el protagonismo (cuando me haga un rato haré un muestrario de colores).
- Un inmigrante en el sur de Tucumán
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